A través de estas presentaciones y reuniones virtuales se pretende conocer sobre la emulsionación y su tecnología. Una vez escogidas las condiciones fisicoquímicas y la composición, local y transitoriamente, si es necesario, se procede a la emulsionación mediante una operación de tipo físico o fisicoquímico cuya consecuencia mecánica es provocar la dispersión de una fase en la otra. Hay tres clases de operación de emulsionación, cada una basada en un principio diferente.
La primera clase abarca las operaciones que consisten en producir una inestabilidad de carácter fluomecánico. Estas operaciones involucran en general dos etapas: (1) cizallamiento intenso que produce una conformación interfacial de gran área (ondas, gotas alargadas, chorros). (2) Inestabilidad hidrodinámica de dicha conformación interfacial, bajo el efecto de las fuerzas inerciales o capilares. A esta primera clase pertenecen la mayoría de los aparatos llamados dispersores: agitadores de hélice o turbina, homogeneizadores, orificios, molinos coloidales, dispersores ultrasónicos, dispersores de chorro o pulverizadores.
La segunda clase corresponde a un proceso que consiste en colocar gotas de la fase interna en el seno de la fase externa, mediante un proceso esencialmente físico, como es la condensación de vapor o con el uso de membranas.
La tercera clase junta los diferentes mecanismos posibles de emulsionación espontánea, en los cuales la transferencia de masa, es decir un proceso transitorio, es responsable de la inestabilidad de tipo fisicoquímico, sin ningún tipo de aporte mecánico externo.